viernes, 2 de abril de 2010

VERDADES: del individuo; de lo social; de la supervivencia... PARTE I

Mirando al cielo esta tarde, luego de mucho tiempo de no hacerlo, logré sentir cierta sensación de alivio... ¡Y al decir mucho tiempo me refiero a un lapso de años! ¿Qué tonto, no? Esta capacidad siempre estuvo en mí, ¡y quizás en todas, absolutamente todas las personas! Pero por algunas razones, contradicciones y paradojas que surgieron en mi cotidianeidad, yo había elegido no usar esa capacidad de "trascender lo social" ¿por masoquismo tal vez? o realmente algún objetivo final, de comprensión guardaba esa situación para mí, como si fuera que yo debía, en verdad, enfrentar mi cotidianeidad sin la posibilidad de sentirme bien cuando las personas que me rodean gimen por confusión y dolor sin poder hacer mucho al respecto. En fin, esto empieza a parecer una novela de dostoyesvky, y por ahora, no es ése mi objetivo.

Quisiera tratar los tres puntos de esta reflexión, no sin antes seguir relatando el por qué y el origen del impulso que, en esta situación en particular, me lleva a pensar que el tratamiento de un tema como éste tiene su justa razón de ser y tomarlo a la ligera, darle poca importancia, podría ser un desperdicio nada despreciable.

Al empezar este relato hablé de una especie de sensación de alivio, que espontáneamente me invadió. Ayer, me topé con un hallazgo científico, uno increíble al entender chato y racional: La ciencia logró encontrar una estructura cristalina "en" y alrededor del sistema glandular pineal, una estructura de varios cristales que podría tener posibles utilidades de recepción-emisión de "radio-frecuencias", electromagnéticas quizás. Así es, si estás pensando en la antena de tu televisor... sería algo así, más bien sugeriría imaginar una antena wireless de algún aparato con conexión a internet (celular, etc). Por otra parte, en un documental sobre magia contemporánea, "magick", tambíen citaron ese hallazgo, e incluso otro más llamativo: La posibilidad de que la glándula pineal posea la capacidad de liberar una poderosa "droga narcótica" capaz de alterar los estados de conciencia. Todo esto, hoy me lleva a pensar que esa sensación increíblemente narcótica, casi mística y extática, podría tener una explicación muy simple, para nada misteriosa ni paracientífica, sino orgánicamente sencilla como la que describí hace unos instantes.

Por ahora me olvidaré de la segunda parte de nuestro título para entrar plenamente en lo que representa la primera parte: "Verdades del individuo".

En la vida cotidiana, cada individuo sigue ciertas pautas de razonamiento y comportamiento (pautas ciertamente internalizadas con la experiencia del individuo en cuestión, si quieren interlalizadas por "ensayo y error", o bien, según la ley del "premio-castigo", o sea que, al fin y al cabo, nadie recurre a algún manual preestablecido para tomar decisiones en TODAS las situaciones que nos pone enfrente la existencia, y si algunas personas lo hacen, lo hacen en "el después", como segunda opción; teniendo como primera opción al propio sistema de estrategias y reacciones, al de uno mismo, acumulado o no de libros y reglas en el pasado, pero al final... quedan (las acciones o reacciones de las personas) y responden a un sistema que nace de uno mismo, y no precisamente del consenso social, ni a lo socialmente conocido científicamente hablando.

1 comentario:

  1. Hola!
    hice un comentario(o más bien una pregunta en el blog "La sociedad paraguaya vista desde el funcionalismo durkheimiano"
    Desearía una opinión tan siquiera...
    Gracias!

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