domingo, 20 de diciembre de 2009
Devenir infortunado
Colinas verdes llenas de vida tiemblan y se derrumban con cada frustración suya, esas colinas eran llenas de vida aún en sus sueños, hoy no son más que el cemento de fábricas y edificios de esta ciudad sin alma ni sueños. Pero por un momento de calma él se olvida de todo aquello tan gris, da una pausa y se pone a escribir unas lineas rebozantes en lamentaciones, se olvida de todo aquello tan repetitivo que llega al sin sentido del 'ya sabemos que la tragedia es aún más trágica cuando no posee aventuras explosivas ni espectaculares', termina todo en el trágico sobrevivir respirando débilmente con ese esfuerzo que nadie quiere pagar en semejante estado de abandono del alma moribunda.
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